La Senda Ciclista del Danubio, de Austria a Hungría
La Senda Ciclista del Danubio es una de las rutas ciclistas más queridas de Europa, extendiéndose a lo largo de más de 300 kilómetros desde Passau hasta Viena. La ruta sigue el poderoso río Danubio a través de impresionantes paisajes austriacos, pasando por castillos medievales, pueblos encantadores y viñedos de fama mundial. El camino es en su mayor parte llano y está bien mantenido, lo que lo hace perfecto para ciclistas de todas las habilidades. Detente en pintorescas ciudades como Melk y Dürnstein para probar vinos locales y cocina tradicional austriaca.

El Valle del Loira, Francia
Recorre en bicicleta el jardín de Francia a lo largo de la ruta del Valle del Loira. Esta región, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, ofrece más de 800 kilómetros de carriles bici dedicados que pasan por magníficos castillos, incluidos Chambord y Chenonceau. El terreno suave sigue el río Loira a través de viñedos que producen vinos de renombre mundial. La ruta está bien señalizada con marcadores Loire à Vélo, y numerosos alojamientos adaptados para bicicletas salpican el camino. La primavera y principios de otoño ofrecen el mejor clima y menos multitudes.

La Costa Amalfitana, Italia
Para ciclistas experimentados que buscan un desafío, la Costa Amalfitana ofrece paisajes impresionantes con ascensos exigentes. La sinuosa carretera costera ofrece vistas espectaculares del mar Mediterráneo, coloridos pueblos aferrados a los acantilados y limoneros que caen en cascada por las laderas. La ruta de Sorrento a Salerno tiene aproximadamente 50 kilómetros, pero incluye importantes cambios de elevación. Recompénsate con marisco fresco y limoncello en el encantador pueblo de Positano.